Alarga la vida útil de tus botas de montaña con nuestros consejos. Unas buenas botas nos pueden durar años, si les cuidamos adecuadamente.
Unas botas de montaña de calidad son una gran inversión, y es por eso que te queremos ayudar a cuidarlas. Los consejos te ayudarán a prolongar la duración de tus botas y a mantenerlas cómodas, repelentes al agua, resistentes, y con un buen soporte.
Piensa que el cuidado de tus botas es un proceso cíclico, que requiere muy poco tiempo y ofrece una gran recompensa.
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Si tus botas de montaña son de piel recuerda aplicar una loción para su cuidado de forma frecuente. Los forros de botas hechos de piel pueden secarse, o agrietarse, con la sal que existe en tu sudor. Por el mismo motivo te recomendamos lavar de forma ocasional tus botas con agua y un cepillo o trapo.
Las botas de montaña que utilizan forro de Goretex también necesitan que las limpias de forma regular, puesto que la membrana pierde su efectividad si no la mantienes en buena forma. ¡No es suficiente con aplicar el spray impermabilizador!
Ni se te ocurra utilizar la lavadora para limpiar tus botas, tanto sean de piel como sintéticas. El efecto de la rotación durante el ciclo de lavado y la combinación con el agua caliente hará que los pigmentos en la piel se deterioren, y los adhesivos de la suela se despeguen. Tus botas podrían sufrir un daño irreparable. No te la juegues.
Aunque tus botas no sean de Goretex, ni de piel, siempre puedes maximizar la referencia al agua utilizando un spray impermeabilizador.
Estos productos especializados harán que tus botas no solo sean repelentes al agua sino también al barro.
Es fácil que por accidente, o por descuido, nuestras botas entran en contacto con algún tipo de ácido, gasolina, o más fácilmente estiércol. Éstas sustancias pueden degradar los materiales de la suelas de nuestras botas de montaña y sus adhesivos. Si dejamos nuestras botas sucias con alguna de estas sustancias estamos acelerando su deterioro.
Recuerda siempre mantener las botas limpias, sobre todo si las vas a tener guardadas durante un tiempo.
Si tus botas se han mojado o llenado de barro, deja que se sequen al aire libre en una habitación bien ventilada. No pongas tus botas cerca de una fuente de calor, eso hará que los materiales, tanto la piel como los sintéticos, se encojan o agrieten.
Quita los cordones y la suela interior, esto ayudará a los productos de limpieza a llegar a todas las partes de tu bota de montaña.
Es importante que saques la suela interior y dejarla secar al aire libre, ya que se suele acumular humedad en la parte inferior.
Utiliza un cepillo para limpiar el exterior de tus botas. Si tus botas son de piel es imprescindible que quites toda la suciedad exterior, eso ayudará a la piel a respirar mejor.
Después de cepillar las botas límpialas con agua caliente y una toalla. Si tus botas están realmente sucias siempre puedes utilizar un poco de jabón o productos especializados. Existen algunos productos que puedan ayudar a las botas de piel abrir los poros.
Cuando tengamos las botas de montaña limpias la secaremos con cuidado, al aire libre en una habitación bien ventilada. Nunca las intente secar al sol, en un baño, o cerca de una fuente de calor, como un horno o un coche, puesto que la piel puede arder. Además si expones las botas a una fuente de calor lo más probable es que los materiales se deterioran, resquebrajen, o se encojan.
Una vez cepilladas tus botas están listas para aplicarles una capa de impermeabilidad, pero antes deberemos asegurarnos de que están bien secas.
Asegúrate que tus botas están completamente secas antes de aplicar ningún producto impermeabilizador, así aumentaremos su efectividad. La mayoría de sprays que puedes utilizar consiguen una efectividad máxima pasadas las 24 horas.
La mayoría de tratamientos impermeabilizadores repelen tanto agua como el fango. Si tus botas son de piel, estos tratamientos no deberían afectar a la transpiración.
Si no vas a utilizar tus botas de montaña en las próximas semanas te recomendamos que vuelvas a utilizar el spray 24 horas antes de utilizarlas. Los tratamientos repelentes de agua suelen tener una duración efectiva de hasta tres semanas.
Si utilizas tus bolas de montaña de forma frecuente, y se suelen mojar, deberías utilizar un producto especializado para su cuidado, incluso en botas con Goretex.
Si no cuidas tus botas de montaña lo más probable es que los materiales se sequen, se vuelvan más rígidos, se agrietan, y a la larga se rompan.
Aplica una cera o betún para zapatos con un cepillo de esponja, y deja que se sequen completamente. Recuerda que si tus botas van a estar sin usar durante un tiempo, es conveniente que vuelvas aplicar una capa de cera o betún 24 horas antes de utilizarlas.
No utilices aceites o grasa para el cuidado de tus botas de montaña, estos tratamientos pueden hacer que la piel de tus botas se vuelva muy blanda y prácticamente impermeable. Si bien puede parecer una buena idea, a la larga la transpiración de la piel, y la estabilidad de las botas se acaban perdiendo. Además los aceites o grasas suelen hacer que los adhesivos que se utilizan en las suelas se acaban despegando.
Una vez tengas tus botas limpias, impermeabilizadas y con betún, procede a guardarlas en una bolsa para zapatos o una caja, en un sitio seco y bien ventilado.
Puedes utilizar una pieza de madera, o una horma, para mantener la forma de tus botas. Utilizadas correctamente mantendrán la forma ergonómica de tus botas y evitarán que se forman grietas.
Una alternativa económica es hacer una bola de papel de periódico y ponerla en la puntera de la bota. El papel de periódico ayuda a absorber la humedad y mantiene la forma de la puntera. Recuerda ir cambiando el papel de periódico de forma frecuente por uno que esté seco.
Fuentes:
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